marzo 16, 2025
REPÚBLICA DOMINICANA: DESIGUALDAD SOCIOECONÓMICA.

REPÚBLICA DOMINICANA: DESIGUALDAD SOCIOECONÓMICA.

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Según las estimaciones del último censo, realizado en 2022, la República Dominicana tiene una población de 10.695.000 habitantes. De estos 3/4, el 73% son mestizos, el 16% blancos y el 11% negros. Los otros grupos étnicos menores presentes en el país son los asiáticos, sobre todo chinos, y los europeos (principalmente españoles). También hay una pequeña presencia de emigrantes judíos, formada por unas 600 personas, que se originaron entre 1940 y 1945 gracias a los visados concedidos por el gobierno dominicano para permitirles escapar de la persecución nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

R.F. – South World

La República Dominicana también alberga pequeñas pero vibrantes comunidades de libaneses, sirios y palestinos que llegaron durante el periodo del Imperio Otomano a principios del siglo XX. Todos estos grupos han hecho grandes aportaciones al crecimiento y la cultura de la República Dominicana, y esto se refleja en la comida, las costumbres y las celebraciones de las distintas regiones del país.

El español es la lengua oficial, con variantes que se hablan en distintas partes del país, y el dialecto español que se utiliza habitualmente es el español dominicano, un subconjunto del español caribeño basado en los dialectos canario y andaluz del sur de España. Este idioma toma prestadas algunas palabras de la lengua arawak y de las lenguas africanas habladas por las poblaciones que llegaron a la isla, incluidas algunas palabras del español arcaico.

Desde el punto de vista administrativo, el país está dividido en 31 provincias a las que hay que añadir el distrito de la capital, Santo Domingo, que constituye el mayor centro económico y cultural, así como la ciudad europea más antigua del “nuevo mundo”, ya que el año de su fundación se remonta a 1496. En ella viven cerca de un millón de habitantes, mientras que toda el área metropolitana, llamada Gran Santo Domingo, tiene una población mucho mayor, de unos 2,6 millones de habitantes. Además de Santo Domingo, las principales ciudades son Santiago de los Caballeros, con cerca de un millón de habitantes, Los Alcarrizos, que tiene 245.000, y La Romana, 225.000. El resto de la población vive en núcleos urbanos más pequeños, mientras que alrededor del 30% vive en zonas rurales.

RELIGIÓN

Desde el punto de vista religioso, alrededor del 70% de los habitantes pertenecen a la fe católica, el 20% se adhiere a la fe protestante, y el resto sigue el Islam, el judaísmo, el vudú caribeño, las religiones orientales u otras creencias, o se declara no religioso. Hay que decir que la Iglesia católica, a lo largo de los siglos, ha contribuido de manera decisiva al desarrollo socioeconómico de la República Dominicana mediante la realización de numerosos proyectos de desarrollo y la creación de escuelas y hospitales.

POBREZA

Las condiciones de vida de la población no son nada satisfactorias. A pesar del crecimiento económico de la última década, se estima que una gran parte de la población sigue viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Esto se ve claramente en aspectos como la calidad de la sanidad y la falta de medios básicos para gran parte de la población como agua potable o electricidad. En los últimos años, esta disparidad económica y social ha generado numerosas tensiones internas favorecidas también por la extensión de la corrupción, una lacra social que afecta al sistema judicial y al correcto ejercicio de la actividad policial.

La extensión de la prostitución infantil es otra consecuencia directa del estado endémico de pobreza de la población dominicana. El fenómeno, que además se acentuó tras la crisis económica y financiera de 2008, fue denunciado por los principales organismos internacionales también debido al elevado número de casos que suelen incentivar las familias en estado de pobreza. De hecho, a medida que se agravan las crisis económicas, aumenta el fenómeno que,

además de los menores, implica a la población adulta, tanto femenina como masculina.

Esta última se asienta sobre todo en centros turísticos como Boca Chica, Puerto Plata y Santo Domingo. También existe el tráfico internacional de mujeres dominicanas, destinadas a ser explotadas sobre todo en Europa Occidental, Argentina, Brasil y Costa Rica.

CORRUPCIÓN

En la última década, dentro del aparato político-administrativo, también se han incrementado los intereses individuales y de grupo, redes corruptoras con una importante presencia de componentes propiamente delictivos, que han penetrado profundamente y debilitado el sistema político provocando una importante reducción de la confianza en la democracia y en los partidos políticos. Estos, salvo excepciones, acaban ocupando una zona gris que hace irrelevantes y móviles las diferencias entre ellos. Al mismo tiempo, el favoritismo se ha generalizado incluso entre los actores sociales.

Estos problemas se asocian también a los de los emigrantes haitianos reunidos en aldeas llamadas bateyes, alojamientos construidos entre las plantaciones con materiales reciclados, sin instalaciones sanitarias ni agua corriente. Muchos de ellos, una vez finalizado el periodo de cosecha, se encuentran en la situación de no poder abandonar el país por estar endeudados y en situación irregular. Sus hijos nacieron en territorio dominicano, pero la falta de documentos impide que sean reconocidos ni por los dominicanos ni por los haitianos, por lo que se les niegan derechos básicos como el acceso a la escuela y a la atención médica. Este limbo, que no ofrece ninguna alternativa a estos sujetos, les obliga a trabajar en las plantaciones en condiciones de esclavitud, alimentando así el círculo vicioso.

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