Soy Jhonatan Rodríguez, originario de Puéllaro, conocido como el Jardín Frutal del Ecuador. El pasado 27 de abril cumplí 27 años. Mi llamado al camino religioso comenzó a los 15 años durante un encuentro diocesano en Cayambe, al que asistí con un grupo juvenil y el coro. Al regresar a casa y compartir mis emociones y deseos de ser sacerdote con mis padres, ellos respondieron que debía esperar y terminar el colegio.
Jhonatan Rodríguez
Aunque no insistí, seguí participando en el coro y también tocando el trombón en una banda de pueblo, llevando una vida juvenil típica con estudio, fiestas, trabajo, etc.
Después de terminar el colegio y empezar a trabajar, comencé a sentir un vacío en mi vida, a pesar de seguir cumpliendo con mis responsabilidades en el coro. La rutina de mi trabajo y las actividades del fin
de semana con amigos no llenaban mi vida. Fue entonces cuando llegó un nuevo sacerdote a la parroquia, junto con un formador de los misioneros Combonianos, quienes me invitaron a participar en encuentros de discernimiento vocacional. Inspirado por San Daniel Comboni, decidí renunciar a mi trabajo en diciembre de 2017 e ingresar al Postulantado en febrero de 2018.Ahora, después de seis años de formación para convertirme en sacerdote misionero, he renovado mis votos temporales como religioso. La chispa que se encendió en mi corazón a los 15 años se reavivó al acercarme a los 21, llevándome a querer dedicar mi vida a la misión y al servicio de la comunidad.
Invito a los jóvenes a arriesgarse a encontrar a Cristo y seguir el ejemplo de San Daniel Comboni, dedicando sus vidas a aquellos que poco o nada conocen de Jesús, animo a los jóvenes a no tener
miedo de escuchar su corazón y reavivar la chispa que llevamos dentro. Que encuentren el valor,
fuerza y disponibilidad para experimentar el encuentro con Cristo y entregar tu vida a servir a los demás, tal como lo hizo San Daniel Comboni, hay muchos que son misioneros y por que no lo
intentan ustedes también.