marzo 16, 2025
LA PASIÓN Y RESURRECCIÓN DEL P. LUCIANO CAMPOVERDE

LA PASIÓN Y RESURRECCIÓN DEL P. LUCIANO CAMPOVERDE

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El Padre Luciano Campoverde Vicuña nació el día 29 de agosto de 1971 en la ciudad de Biblián – Azogues. Habitó en el seno de una familia católica y ahí fue educado. Nació de siete meses, de forma prematura, que era tan pequeñito que lo bautizaron enseguida porque no había esperanza de que pudiera vivir.

Cuenta su familia que el día que Luciano fue bautizado, el párroco les dijo a sus padres que “el sería lo que el papá no había podido ser”, el sacerdote se refería a que el papá de Luciano había estudiado en el semanario de los padres redentoristas, pero optó por la vocacion del matrimonio. Luciano, desde pequeño fue un niño muy activo en la escuela, en la catequesis. Muy querido por todos.

Cuando estaba en la secundaria un padre salesiano español había empezado a construir un seminario y había dicho que el primer vacacionado sería Luciano. Cuando terminó los estudios su padre lo llevó para que ingresara en el seminario, pero el sacerdote encargado le manifestó que era un seminario para adultos. Sus padres intentaron en otros seminarios de Ambato, Loja, Quito, pero tampoco había cupo.

Siguió su formación académica y a lo largo del camino tuvo varios enamoramientos y también conoció las congregaciones religiosas: redentoristas, salesianos, combonianos, etc. Después un largo discernimiento ingresó con los misioneros combonianos, estudió filosofía en Quito e hizo sus primeros votos el 5 de mayo de 2007 en Huánuco, Perú. Después fue destinado a Brasil para continuar con sus estudios de teología y su ordenación sacerdotal fue el 20 de octubre de 2012 en la ciudad de Biblián, su pueblo natal.

Luciano siempre había manifestado el deseo de ir a misiones, en Asia o África, pero, debido a las urgencias de la misión fue destinado a trabajar aquí en Ecuador en la Animación Misionera y con el Grupo Juvenil América Misionera. En el año 2016 fue destinado a Brasil para continuar su servicio misionero, pero debido a su salud, no llegó a concretar su deseo. Continuó su trabajo en Ecuador junto a varias comunidades combonianas.

En julio de 2021, debido a una caída, los médicos le detectaron un cáncer muy agresivo, le habían pronosticado 4 meses de vida. Tuvieron que cortarle parte del hueso del brazo y se contagió de una bacteria que le tomó más de un año para ser curada. Empezó sus sesiones de quimioterapia y continuó con su trabajo, siempre muy animado, hasta el día 5 de junio de 2024 fecha en la que retornó a la Casa del Padre a los 53 años de edad.

A lo largo de estos casi tres años de enfermedad ha dado un testimonio muy fuerte de su fe para contrarrestar las dolencias que, poco a poco lo iban debilitando. Con un ánimo inquebrantable nunca se lamentaba de su enfermedad, de sus dolores. Cada vez que le preguntábamos: ¿Cómo estás? Siempre respondía: ¡Muy bien, Gracias Dios! Era muy consciente de su enfermedad, pero siempre decía: ¡Qué sea la voluntad de Dios! Los últimos días vivió su pasión, muerte y resurrección y así ha entrado para siempre en la gloria del Padre Dios y desde el cielo continua intercediendo por sus padres, familiares, amig@s y la gran familia misionera comboniana.

Ha dejado una herencia muy grande para todos nosotros: su confianza en Dios, su lucha en contra la enfermedad, sus ganas de vivir la misión, la preocupación y el cariño con todos. Ha vivido y realizado plenamente su vocación misionera a través de su entrega a Dios y a los hermanos por medio de la enfermedad. Así el Padre lo recibió en sus brazos.

Pidamos por él, para que junto de Dios interceda por todos nosotros para que seamos fieles al llamado misionero que el Señor nos ha regalado. Amén.

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