P. Pedro Indacochea, mccj.
En la provincia de Bas-Huele al norte de la R.D. del Congo se comenta que las lluvias han llegado con retraso, bien por un lado para sembrar maíz y el arroz, pero los ríos se han desbordado y es alarmante. Llegué a la Diócesis de Bondo en el 2017 y actualmente estoy en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Limbasa, a unos 200 km de R. Centroafrica vía Sur Sudán.
El Congo tiene una superficie de 622.884 km, es un país muy grande y muy rico en todo, se podría decir que no le falta nada, pero desde su Independencia en 1960 hasta ahora la democracia no ha llegado para todos. La ONU ha declarado estas zonas fronterizas de alto riesgo por los desplazamientos de etnias de carácter Yihadistas, como los Peuls, llamados también Foulani, nómadas pastores que proceden del África del Oeste como Nigeria o Malí, en busca de agua y recursos naturales, unos de los factores de la crisis humanitaria de R. Centroafrica de 1913.
Al llegar a Bambilo, una de nuestras parroquias en la Diócesis de Bondo, conocí al Hno. Toni, quien llegó al Congo en el año 1969, es conocido por la gestión y construcciones de puentes, escuelas, pozos de agua y los centros de salud, entre otras obras. Una mañana me dice «padre vamos a la pesca», en verdad hemos llegado al río y hemos tomado la piragua de la misión, hemos avanzado y hemos encontrado las redes llenas de pescado fresco, sonríe y me dice: «La Providencia», es así que cada tarde salíamos a colocar las redes y en las mañanas ya teníamos alimento para el almuerzo.
«En días anteriores tuve una experiencia única al llegar a la comunidad de Mapeu, a unos 40 km. de Bondo, los cristianos nos habían invitado desde hace un año para compartir la Eucaristía. Llegué y presidí la primera Eucaristía de la comunidad, todo fue una gran fiesta, ahora estamos buscando un nombre para la nueva capilla y bendecir varios candidatos para el Sacramento del Matrimonio. Doy gracias a Dios por dejarme ser un instrumento de la Buena Nueva para todos los hombres. Por la vocación misionera en el corazón del África Central».
P. Pedro Indacochea, mccj.