El futuro de África está en manos de los africanos. «Depende de nosotros diseñar nuestro propio futuro”, así lo ha afirmado la hermana Juunza Christabel Mwangani, de las Hermanas del Espíritu Santo, una congregación religiosa fundada en 1971 en la diócesis de Monze, Zambia, en la ceremonia de entrega de premios Builders of Africa’s Future (BAF) 2022, otorgados por la African Diaspora Network (ADN).
La religiosa ha recogido el premio en nombre de la Iniciativa de Granjeros Emergentes (Emerging Farmers), un proyecto iniciado por su congregación religiosa en la aldea de Magoye, Mazabuka.
“La Emerging Farmers Initiative está concebida para funcionar en el contexto de la escuela secundaria, como unidad de producción. La mayoría de las escuelas se centran únicamente en el aprendizaje académico. A través de la Iniciativa de Granjeros Emergentes, que alberga nuestras unidades de producción de aves de corral, cerdos y huevos; huerto; árboles frutales; campos de maíz y viveros de peces, ofrecemos formación práctica a nuestros alumnos y habilidades transformadoras de la vida a los que abandonan la escuela y a las familias jóvenes en situación de riesgo”
Hna. Juunza Christabel Mwangani
Otras dos religiosas ugandesas han obtenido el premio BAF: la hermana Frances Kabagaaju, de las Hijas del Niño Jesús de Uganda, que dirige un centro de salud en Nkuruba, en Rwenzori, en la frontera con la República Democrática del Congo; y la hermana Rose Thumitho, de las Hermanitas de San Francisco, una de las fundadoras de la empresa social Mother Kevin Providence Social Enterprise, en Jinja, para ofrecer oportunidades de desarrollo a mujeres y jóvenes.