Soy el padre Paul Schneider Esteban, de 37 años, nacido en Rockford (Illinois, Estados Unidos), aunque crecí en España y soy sacerdote de la diócesis de Getafe. Tras mi ordenación en 2007 y diez años de ministerio, sentí la necesidad de ser misionero y en 2017 llegué a Etiopía, un país de cien millones de habitantes donde solo hay 700.000 católicos.
Mi misión está en Lagarba, en la región de Oromia. La distancia entre Lagarba y la capital de Etiopía, Addis Abeba, es de unos 215 km. Llevo cinco años en esta misión. He aprendido la lengua amárica y ya hablo algo de oromo.
P. Paul Schneider
El padre Paul Schneider es un sacerdote diocesano español nacido en Estados Unidos. Dejó su casa para ser misionero entre los oromo, un pueblo de Etiopía.
Para ser sincero, nunca pensé que la misión fuera a ser tan emocionante. Participo en proyectos sociales. Desde que hemos terminado los pozos de sondeo en las escuelas y han empezado las lluvias, mi ritmo de trabajo ha disminuido en cuanto a construcciones y proyectos, pero en cuanto a relaciones personales, éstas se han intensificado, con miembros de la comunidad de muchas familias de la zona, tanto cristianos como musulmanes.
Con la colaboración voluntaria de la gente, estamos plantando muchos árboles, es el momento adecuado para ello; ahora llueve y la tierra no se seca. Hemos plantado unas cinco mil plantas, sobre todo coníferas y Grevilleas. También hemos plantado muchos árboles frutales en la misión.
Animamos a los aldeanos a plantar árboles en los bordes de sus campos y en las tierras que han quedado en barbecho por la erosión o el cultivo continuo. Nada puede asegurar que llueva como antes, pero la sombra de los árboles sin duda reducirá la temperatura del suelo, evitará que se evapore la humedad y, cuando caigan sus hojas, servirán de mantillo (en el caso de los árboles de hoja caduca) y harán que el suelo sea más fértil.
P. Paul Schneider